Graviola es como se conoce comúnmente al fruto del árbol Annona muricata o guanábana.  Esta fruta de origen americano ha sido usado en la medicina tradicional indígena por sus muchos beneficios y propiedades pero su salto a la fama lo dio a principios de este siglo al conocerse sus prodigiosas propiedades anticáncer.

La graviola en la medicina tradicional indígena.

La guanábana, árbol que da la graviola es originario de las zonas tropicales de américa y se dá de forma natural desde el sur de México hasta Brasil.

El fruto es similar a la chirimoya pero de entre 2 y 4 kilos de peso es usado para la elaboración de zumos, batidos, helados y confituras.

Tradicionalmente ha sido usada por sus propiedades anticonvulsivantes, antiespasmódicas, antihelmínticas, antiparasitarias, antipiréticas, digestivas, hipotensoras y sedantes.

La Graviola y el cáncer

Fue en el año 1999 cuando sus posibles usos anticáncer hicieron salir a la palestra a la benéfica graviola.

Las hojas de la graviola contienen acetogenina, de funcionamiento similar a la adriamicina que se usa en quimioterapia, pero mucho mas potente y que no ataca a las células sanas.

Diversos estudios han demostrado que la graviola puede ser un remedio prometedor en el tratamiento de diversos tipos de cáncer.

Nutrición

La graviola es un superalimento rico en:

  • Hierro
  • Magnesio
  • Potasio
  • Vitaminas del grupo B
  • Vitamina C

Usos medicinales

La graviola se usa en naturopatía por su un amplio espectro de propiedades:

  • Antibacterianas.
  • Antiespasmódicas.
  • Antiparasitarias.
  • Astringentes.
  • Hipotensoras.
  • Insecticidas.
  • Vermífugas.
Imagen "Soursop fruit on the tree" por Tatters con licencia CC BY 2.0

 

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