El vermielli es un tipo de pasta fino y largo muy típico de italia, donde se suele elaborar con trigo y de china, donde lo hacen, normalmente con arroz y soja. En este caso yo he escogido unos hechos de guisantes y habas mungo.
En este plato vamos a jugar un poco con las texturas, duras y crujientes de las verduras salteadas y suave de la crema de zanahoria y con los sabores, dulce de la zanahoria y picante de la pimienta.
Como siempre, vegano, sin lácteos y sin gluten.
Ingredientes (para 4 personas)
Para la crema:
- 250 g de zanahorias.
- 250 g de patatas.
- Sal y pimienta al gusto.
Para los vermicelli:
- 100 g de Vermicelli.
- 1 cebolla.
- 1 pimiento rojo.
- 1 pimiento verde.
- 2 zanahorias.
- Aceite.
- Tamari.
- Sal y pimienta al gusto.
Elaboración:
Los vermicelli se hacen en 5 minutos, así que los vamos a dejar para el final.
La crema:
Lavamos y pelamos zanahorias y patatas y los ponemos a cocer cubiertos de agua (algo menos de medio litro de agua).
Desde que rompa a hervir lo dejamos cociendo hasta que zanahorias y patatas estén tiernas, unos 25 minutos. Salpimentamos a gusto y pasamos por la batidora.
Los vermicelli:
Cortamos cebolla, zanahoria pimiento en trozos grandes, porque queremos que conserven esa textura crujiente.
Doramos la cebolla y cuando esté lista añadimos los pimientos y la zanahoria. Salteamos y cuando este a nuestro gusto salpimentamos y añadimos el tamari. Dejamos reposar.
Llevamos a ebullición una pota con agua, una vez hierva, añadimos los vermicelli, tapamos y retiramos del fuego. Revolvemos de vez en cuando y a los cinco minutos escurrimos y mezclamos con las verduras.
Emplatamos los vermicelli con las verduras y añadimos el puré. Ya solo nos falta comerlo.